A Jamie Periwinkle le encanta dormir más que cualquier otra cosa, incluso a la hora de comer. Su madre siempre tiene que hacerle cosquillas en las patas para que se despierte y termine su comida.
A Hannah Periwinkle le encanta pasear por el parque, donde observa a su hermana, Rebecca, hacer deporte. Siempre le dice a su madre, Kate: “Por favor, déjanos ir a ver jugar a Rebecca”.